viernes, 26 de mayo de 2006

HORAS DE SUEÑO NECESARIAS PARA UN BUEN DESCANSO


Dormir es un factor muy importante dentro de nuestras vidas. Cuando dormimos descansamos y nuestro cuerpo puede renovar la energía.

Napoleón dormía poquísimo. Se acostaba entre las 10 y las 12, dormía hasta las 2, trabajaba hasta las 5 y volvía a dormir hasta las 7. Otro tanto hacían Edison y Churchill, que se saciaban con tandas de 4 horas, y Salvador Dalí, que sólo suscribía esa dieta si la personalizaba: se instalaba en un sillón, dejaba en el piso un plato de metal y se abandonaba al sueño con una cucharita entre los dedos; dormido, los dedos se le relajaban, la cuchara caía golpeando contra el plato y el pintor, alertado por el modesto estrépito, despertaba y reanudaba el reloj reblandecido que había dejado inconcluso.

A juzgar por la bibliografía especializada, entre los fanáticos de la vigilia y los dormilones no hay punto de comparación –al menos cuantitativa–. A los primeros se los colecciona; para contar a los otros sobran los dedos de una mano. El marmota más célebre fue sin duda Einstein, que no movía una neurona si no había dormido un mínimo de diez horas.

Durante los últimos cien años las horas de sueño se han reducido al menos un 20 por ciento, es decir, casi dos horas diarias. Según el profesor Jorge Alberto Costa de Silva, de la Universidad de Nueva York, este hecho se debe al estrés motivado por el nuevo ritmo de vida. Por este motivo, la Federación Mundial de Sociedades de Investigación del Sueño, junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) han decidido designar al 21 de marzo Día Internacional del Sueño.

Los españoles se encuentran entre los que más tarde se acuestan y menos duermen en toda Europa. El 65 por ciento declaran estar levantados pasada la medianoche y además figuran entre los que más tarde se levantan, pues el 28% lo hacen entre las 8 y 9 de la mañana. Igualmente, los españoles y portugueses son los que duermen menos tiempo, seis horas o menos, sólo superados por parte de los austriacos, de los cuales el 19% duerme menos de menos de seis horas diarias.

Nuestras costumbres socioculturales tienen mucho que ver con esto: solemos terminar tarde de trabajar, cenamos aún más tarde y nos acostamos entre las 12 de la noche y la 1 de la madrugada, por término medio. Sin embargo, al día siguiente nos levantamos a la misma hora que el resto de europeos.

PORQUÉ DORMIMOS.

El sueño es un estado de pérdida de la consciencia del cual, el individuo puede salir por una estimulación sensorial externa. De igual forma, la aparición del sueño, que se produce por una desconexión del sistema activador reticular con el resto del cerebro, se ve favorecida por las posturas cómodas y la ausencia de estímulos externos sensoriales.

No se sabe la función exacta del sueño. Todos tienen opiniones distintas acerca de porque dormimos. Hay algunos científicos creen que su función no es biológica y lo consideran un hábito. Todavía se desconoce el mecanismo preciso mediante el que se pierde la conciencia y se inicia el sueño. Lo que sí ha comprobado la ciencia es que el sueño es un complejo proceso regulado por el cerebro y que obedece a un reloj biológico con un ciclo de veinticuatro horas.

Nosotros dormimos para reponer las sustancias químicas del cerebro y para que el cuerpo descanse. Algunos investigadores creen que el cerebro organiza y almacena recuerdos durante el sueño. No dormir lo suficiente puede afectar su funcionamiento durante el día, su equilibrio hormonal, su apetito y su sistema inmunológico.

Dormimos de diferente forma en los diferentes momentos de la noche. Uno de los tipos de sueño más importantes es el llamado sueño de movimientos oculares rápidos (REM), que viene y se va varias veces durante la noche, representado cerca de una quinta parte de nuestro tiempo total de sueño. Durante el tiempo de sueño REM, el cerebro está particularmente activo, nuestros ojos se mueven rápidamente de un lado a otro, y soñamos. Durante otro tipo de sueño (sueño no REM) el cerebro está inactivo, pero existe gran cantidad de actividad corporal, las hormonas son liberadas en el flujo sanguíneo y los tejidos de nuestro organismo son reparados tras el desgaste del día previo. Según explica el doctor Miguel Pros Casas "la primera medida para disponer de un sistema nervioso equilibrado y que se pueda reponer del esfuerzo diario es procurarle un buen descanso”.

Las características del estado de sueño son:

- Centro de gravedad de la circulación se desplaza al nivel visceral.
- Baja considerable del metabolismo.
- Baja del trabajo del corazón (intensidad y frecuencia de las pulsaciones).
- Onda cerebral característica distinta a la de vigilia y sueño onírico.
- Búsqueda instintiva de la hiperventilación.
- Establecimiento de una situación base de peso del cuerpo bien repartido e inmovilidad.
- Búsqueda del estado relajación.

CUANTO TIEMPO NECESITAS DORMIR.

Según señala el Dr. Eduard Estivill, director de la Unidad de Alteraciones del Sueño del Institut Dexeus de Barcelona, no existe un parámetro fijo para todas las personas. Las horas que cada uno necesita dormir dependen de cada caso particular. Entre muchos otros factores, influye desde la edad hasta los genes. Aunque se desconoce con exactitud qué exigencia de sueño tiene el organismo, los límites oscilan entre las 5 o 6 horas y las 9 o 10 horas.

No todas las personas requieren la misma cantidad de horas para lograr un sueño reparador, influyen las características físicas y mentales de cada individuo, así como la edad. A medida que se envejece es menor el tiempo que se emplea en dormir. Por ejemplo, un recién nacido, emplea como promedio unas dieciocho horas en su sueño, no distingue la noche del día, sólo se despierta ante la necesidad de lactar, si se alimenta adecuadamente, los intervalos en que duerme son prolongados. A medida que toma noción de su entorno despierta más, al cumplir su primer mes requiere sólo 16 horas de sueño.

A los 2 o 3 meses, el bebé logra saber si es de día o de noche, paulatinamente duerme sus ocho horas nocturnas. Hay casos excepcionales que a las pocas semanas concilia el sueño nocturno. Los pediatras afirman que un niño de tres meses, normal en su peso y talla, tiene condiciones para dormir la noche sin despertar a tomar el pecho materno, por eso es aconsejable adaptar a los bebés, a no tomar alimento nocturno desde pequeños, para que estabilicen su horario de sueño en la noche. Al año dormirán casi doce horas por la noche y una siesta después de comer.

Más adelante, al sueño se le dedica cada vez menos tiempo. Los jóvenes atareados en sus estudios y su recreación amplían sus horarios de actividades y disminuyen sus horas de descanso. Luego las responsabilidades del trabajo, el hogar, las relaciones sociales, la educación de los hijos, incrementan en la etapa adulta los desvelos. En la vejez las personas cambian sus deberes, sus hábitos y sus horarios, lo que repercute en su descanso nocturno.

De modo general las necesidades son:

* Lactantes: de 11 a 12 horas.
* Un niño, de 9 a 10 horas.
* Un adolescente, de 8 a 9 horas.
* Un adulto, de 7 a 8 horas.
* Las personas mayores de setenta años, de 5 a 6 horas.

Un sueño reparador es aquel que consigue eliminar el cansancio acumulado durante el día y regenera nuestro organismo. Pero para ello es necesario dormir el tiempo necesario y de la manera adecuada. Cuando no duermes correctamente se refleja en tus ojos que parecen pesados, opacos, y con ojeras. Pero la falta de sueño no afecta sólo al aspecto también a tus condiciones físicas; tendrás una sensación de desgana y cansancio permanente y te costará cada vez más realizar las tareas diarias.

Un sueño reparador devolverá a los ojos el brillo natural y eliminará las ojeras. Además “cargará la batería” del cerebro. En muchas ocasiones, cuando llega la hora de dormir, se puede estar tan cansado que no es posible conciliar el sueño. Estudios científicos demuestran que el sueño no es completamente reparador si se llevan a la cama las tensiones acumuladas durante el día.


Para saber más:

http://www.uv.mx/universo/183/investigacion/investigacion05.htm
http://www.economist.com/intelligentlife/wellbeing/displayStory.cfm?story_id=6909483
http://www.escuelayogaclasico.cl/libro/sueno.htm
http://www.termavital.com/revista/0019_sueno_diabetes.html
http://www.el-mundo.es/encuentros/invitados/2003/01/603/
http://www.el-mundo.es/elmundosalud/2002/02/15/salud_personal/1013774385.html
http://neofronteras.com/?p=524

No hay comentarios:

Publicar un comentario